• Como dijo Ambrose Bierce, «el hogar es el único local abierto toda la noche». Y en esta primera novela de David Trueba, el hogar pertenece a los Belitre, una familia tan numerosa como disparatada. Crónica de una educación sentimental, las personas que habitan este libro sólo escuchan la voz de su corazón, mientras que la razón guarda un impasible silencio. Y así, el lector seguirá a los Belitre en una sucesión imparable de situaciones de altísima comedia y negro melodrama, con Matías, un niño de doce años que sufre una misteriosa enfermedad mental, un abuelo que en medio de la demencia senil se entrega en cuerpo y alma a la poesía y la religión, y hasta una pareja de desamparados testigos de Jehová que encontrará su casa en la ternura de los Belitre. Trueba ha recreado con fascinación una estampa de familia que discurre entre momentos mágicos de pura comedia, arrastrando al lector en un imparable deseo de saber más de estos personajes disparatados, divertidos y trágicos. En definitiva, el autor viene a ocupar un lugar muy poco frecuentado por la nueva literatura española.