Slow Horses (Apple TV, 2022-2024)
Caballos Lentos - Serie Jackson Lamb (Autor: Mick Herron)
¡Viva el lumpen y vivan los perdedores!
Si te has hartado de triunfadores de pacotilla, ególatras prepotentes, pedantes del tres al cuarto, esta es tu serie; tanto en libro (serie de novelas) como en formato audiovisual (tres temporadas, con una cuarta en camino).
Porque... ¿qué puede salir mal en una serie de espías británicos abocados al fracaso y liderados por Jack Lamb (el magistral Gary Oldman)?
Y por si todo eso fuera poco, el tema principal de la serie está coescrito e interpretado por Mick Jagger en una canción perfecta… ¿Se puede pedir más?
Completaremos la lectura de los libros fieles a su espíritu, con ceniceros llenos y calcetines rotos, a la espera de ver las siguientes temporadas.
Algunos de los libros de la serie:
Caballos lentos (Serie Jackson Lamb 1)
Leones muertos (Serie Jackson Lamb 2)
Tigres de verdad (Serie Jackson Lamb 3)
'Las ocho montañas' / 'Le otto montagne' (Dirs. Felix Van Groeningen & Charlotte Vandermeersch, 2022)
'Las ocho montañas' (Autor: Paolo Cognetti)
La adaptación cinematográfica de la novela de Paolo Cognetti es una de las películas más destacables que hemos podido ver en 2023. Un filme capaz de transportarte tanto a los paisajes de los Alpes italianos, como a los caminos recorridos por una profunda amistad a través de los años, todo ello narrado con un tempo brillante.
Sinopsis:
Pietro es un chico de ciudad, solitario y un poco hosco, que veranea en los Alpes italianos. Bruno es hijo de un albañil de la zona, alguien que solo conoce los montes y que pastorea las vacas de su tío. Tienen apenas once años y un mundo entero les separa. Pero, verano tras verano, forjan una gran amistad mientras Bruno inicia a Pietro en los secretos de la montaña. Juntos exploran y descubren casas abandonadas, glaciares y escarpados senderos hasta que, con los años, sus caminos toman rumbos distintos.
Esa misma naturaleza salvaje es la pasión que mueve al padre de Pietro, un hombre envuelto en la melancolía de una Milán gris que solo puede abandonar durante los veranos. La montaña se convierte entonces en el mejor lenguaje para comunicarse con su hijo, un legado que solo el tiempo conseguirá poner en valor.
Si habéis visto ya la película o queréis empezar por el libro, aquí lo podéis encontrar!
https://elgrifilm.com/ficha.php?id=37399
Dos países, dos momentos de la historia y dos historias en dos películas de animación reconocidas a nivel internacional, ambientadas cada una de ellas en acontecimientos políticos y socioculturales de Irán y Afganistán respectivamente. Ver estas dos películas puede ayudar a entender parte del conflicto que permanece todavía hoy en Oriente Medio o, al menos, a tener una imagen de los conflictos personales que recrean los personajes de estas obras y que representan la problemática de muchos y muchas iranís y afganas.
'Persépolis' (Marjane Satrapi, Francia, 2007), quizás la más conocida, es una representación fiel del cómic de Marjane Satrapi, por lo que cualquiera de las dos versiones será una decisión acertada, en cualquier caso, lo ideal será acercarse a las dos, pues sigue siendo un placer ver la película o leer el cómic por segunda o tercera vez. Esta obra autobiográfica narra en primera persona las experiencias de una niña iraní que se cría en Teherán. Aunque ama esta tierra, sus padres la envían a estudiar a occidente donde intentará encontrar una vida con más posibilidades. Veremos crecer a la protagonista y su lucha por entender su propia identidad de mujer iraní tanto en su país como en occidente. Religión, feminismo, tradición y guerra son los temas principales que aborda esta obra de manera elegante, divertida y emocionante.
Nominada a mejor película de animación en los Premios de Cine Europeo (2019), 'Las golondrinas de Kabul' (Dir. Zabou Breitman y Eléa Gobbé-Mévellec, Francia, 2019) relata la historia de diferentes personajes que se verán conectados entre sí. Es 1998 y los talibanes han tomado la ciudad de Kabul. En un escenario de colores acuarela el efecto sórdido y frío de la imagen concuerda con la realidad que viven los personajes: una pareja joven que añora su vida anterior, la que podían tener antes de que los Talibanes tomaran el poder, y un hombre carcelero en la prisión de mujeres que se debate entre su moral y la del estado. Aunque la figura de la mujer es la protagonista de esta película y el tema principal, es interesante cómo se presenta a través de dos protagonistas masculinos y cómo estos se relacionan con ellas. La novela homónima de la escritora Yasmina Khadra, en la que se basa esta película y que ha llegado a convertirse en un best seller, será nuestra próxima lectura.
Película de coproducción estadounidense-griega de 1964 ganadora de 3 Oscars en la edición de 1965: mejor actriz secundaria (Lila Kedrova), fotografía (B&N: Walter Lassally) y dirección artística (B&N: Vassilis Photopoulos). Con otras 7 nominaciones, después de verla, lo primero que me pregunto es “¿quién se llevó el Oscar a mejor película ese año?” no se me ocurre que en un mismo año pueda haber otra película tan buena o mejor que esta.
Michael Cacoyannis dirige y escribe el guion adaptado de la novela de Nikos Kazantzakis, presentando como resultado, una pieza elegante y bellísima en la que si grabaran la reacción de los espectadores veríamos sonrisas que, creo, es el gesto que mayormente produce la belleza. Y quién es Zorba si no el reflejo de lo que queremos hacer y no nos atrevemos, un personaje que se mueve por instintos, transparente a la vez que enigmático, terrenal y animal que parece no responder a leyes sociales o culturales, pero con una moral incorruptible.
En un contraste de la vida pobre y rural en un pueblo cretense en años de posguerra con un señorito inglés que regresa a conectar con sus raíces antepasadas, conocemos a otros personajes y problemáticas de la época que provocarán a veces risas, a veces pesadumbre. Sin jugar con el melodrama ni gracias pomposas o artificiales, nos encontramos con una comedia dramática que fluye durante 136 minutos sin ningún bache en el que flojee.
No podemos concluir esta reseña sin hacer una mención a la gran actuación de Anthony Quinn, para muchos, el mejor papel de su carrera, quien además de ganarse el reconocimiento del público y la academia, el gobierno griego le otorgó la ciudadanía griega.
Sin duda, una obra maestra que no defraudará a los cinéfilos. Y a los que también nos gusta la literatura, una tentación para ir a buscar la novela de la que se extrajo este magnífico guion. El problema es que, conociendo ya el desarrollo y desenlace de la trama, el efecto no será el mismo. Pero ¿qué se puede hacer cuando de una novela u obra de teatro se crea una joya cinematográfica? ¿en qué orden debemos hacerlo? ¿vemos y leemos o deberíamos hacer lo contrario? Si planteamos como ejemplo La naranja mecánica de Stanley Kubrick (novela homónima de Anthony Burgess), El gatopardo de Luchino Visconti (de la novela, también homónima, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa) o La vida de Adele (inspirada en la novela gráfica El azul es un color cálido de Julie Maroh), he de decir que, aunque las películas pudieran parecerme muy buenas y llegar a convertirse en clásicos del cine, al haber leído antes las obras literarias, es casi inevitable acabar la película un poco decepcionada. Probaré esta vez a leer la novela de Nikos Kazantzakis, Zorba el griego (vida y andanzas de Alexis Zorba,) después de haber visto el Zorba de Michael Cacoyannis.
Esta novela de 1969 no es para todos los lectores o sí, si te centras solo en la historia de amor en épocas victorianas, pero para eso recomendaría leer novelas escritas en la propia época victoriana como Wuthering Heights o Jane Eyre, grandes novelas que son mucho más que una historia de amor y que puede gustar a un público más amplio.
En La mujer del teniente francés, y estamos hablando de la novela de Fowles y no de la adaptación cinematográfica de Karel Reisz, con Meryl Streep como protagonista, encontramos poesía, ensayo, narrativa e incluso me atrevería a decir que algo de teatro. En esta ocasión, sí que recomiendo encarecidamente que se lea la novela antes de ver la película, ya que es una novela muy extensa que sorprende al lector, y sería una pena conocer su desenlace. Aunque, ver después la película, pueda suponer una decepción porque competir contra el imaginario de uno mismo es realmente difícil. En cualquier caso, la adaptación del guion que hace Harold Pinter es muy interesante y no dejará al espectador indiferente.
El ejercicio de metaliteratura que encontramos dentro de la novela, en la que su gran protagonista es el narrador, un narrador que se comunica de forma directa con el lector, es uno de los aspectos más relevantes de la novela o para mí, al menos, el más interesante. A priori tenemos la sensación de estar leyendo una historia de amor más, pero pronto empezamos a intuir que hay una voz diferente, jocosa, humorística y crítica que reta al lector a indagar sobre la temática real del libro.
Sin revelar mucho más sobre esta maravilla, ya que es una joya de la literatura inglesa y merece que sea el propio lector el que descubra sus entresijos, me gustaría concluir que después de 5 años de estudios ingleses, el título de esta novela está en el top 10 de mis favoritos.