• El testamento literario de Sam Shepard: una intensa, dolorosa y poética novela autobiográfica sobre la memoria y la decrepitud física.
Escrito en sus últimos meses de vida, cuando una enfermedad degenerativa se iba apoderando de su cuerpo. Frente a esta situación, el escritor plantó cara, en un último gesto de resistencia a través de la escritura. El resultado fue esta novela breve, fragmentaria, elíptica, radical, enigmática y deslumbrante.
«Una destilación de los grandes temas eternos de Shepard: la muerte de la frontera americana, la identidad y la soledad… Una última obra breve pero riquísima y conmovedora» (Alasdair Lees, The Independent).
«Es difícil no sentirse conmovido por sus relámpagos de belleza y vida. Nos iluminan con tanta intensidad como fugacidad» (Dustin Illingworth, Los Angeles Times).
«Conmovedora… Hay ecos de Beckett en el estilo seco y el aire existencialista de esta novela» (Dwight Garner, The New York Times).
Alguien espía a alguien: observa al otro lado de la calle a un hombre que permanece sentado en una mecedora, habla solo y recibe atenciones de sus seres queridos. Alguien evoca recuerdos y narra historias: una extraña fiesta con camellos en pleno desierto de Arizona; el marido de una tía abuela al que le arrancaron una oreja de un mordisco; un embarcadero en la costa; un caballo al que disparan en plena carrera; una clínica en mitad del desierto rodeada de jardines con esculturas; la historia de los abuelos que se marcharon cuando la casa se les inundó; la historia de Pancho Villa cuando acabada la revolución lo asesinaron; un colchón en el suelo en el Lower East Side neoyorquino; Vietnam y el Watergate; la fuga de Alcatraz; un grupo de inmigrantes mexicanos que esperan trabajo en una esquina...
Territorios fronterizos, paisajes de la América profunda, zonas desérticas, playas de California y calles de Nueva York: el mapa o el puzle o el mosaico de una vida. Una obra de arrebatadora belleza, un poema de despedida en forma de novela.
Sam Shepard (Fort Sheridan, Illinois, 1942 - Midway, Kentucky, 2017) se convirtió en un mito contemporáneo: polifacético como Boris Vian, legendario como Neal Cassady, amigo y colaborador de los Stones, Patti Smith y Bob Dylan, batería durante años de un grupo de acid rock, actor en películas como Días del cielo y Elegidos para la gloria, coguionista de ZabriskiePoint y Paris, Texas, casado con Jessica Lange durante casi treinta años... y, como remate, autor, galardonado con el Pulitzer y el Obie, de más de cuarenta obras teatrales, por las que se le ha llamado el sucesor de Tennessee Williams.