• Catálogo: Exposición. Museo Nacional del Prado. Madrid 26/3/2019 - 8/9/2019. Publicado con motivo de la exposición Una pintura para una nación, celebrada en el Museo Nacional del Prado, Madrid, entre el 26 de marzo y el 30 de junio de 2019. El Bicentenario del Museo del Prado encierra varios aniversarios más, alguno de enorme trascendencia en el devenir de la institución. Uno de los más señalados son los ciento cincuenta años que se cumplen desde la nacionalización del hasta entonces Real Museo de Pinturas en 1868, cuando las colecciones que conforman el Prado dejaron de ser propiedad de la Corona para pertenecer a todos los españoles. En el Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga, pintada en 1888 por Antonio Gisbert, concurren una serie de circunstancias que lo hacen particularmente adecuado para simbolizar la conversión del antiguo museo real en un verdadero museo nacional. Se trata de una pintura única, en la medida en que fue expresamente encargada por el Consejo de Ministros para celebrar la conquista de las libertades en España y, lo que acaso más nos interese ahora, para que colgara en las paredes del Museo. Se trata, además, de una obra maestra por sus intrínsecas cualidades estéticas. Estamos ante la pintura más importante del Ochocientos español, una acertada combinación de los Fusilamientos, de Goya, y la Libertad guiando al pueblo, de Delacroix, realizada por Gisbert en un momento de madurez artística; una obra que merece figurar por derecho propio en la galería de los grandes cuadros. En el marco del Bicentenario, cuya idea motriz es celebrar el Museo del Prado como el gran regalo que se ha dado la nación española, esta exposición, en la sala 61 A del edificio Villanueva, conmemoró el 150 aniversario de la nacionalización de las colecciones reales con la única pintura de historia que se encargó por el Estado con destino al Prado, Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga, obra de Antonio Gisbert, que se exhibe, con la colaboración de Ramón y Cajal Abogados, junto a su boceto preparatorio (expuesto por vez primera tras su reciente restauración), óleos, estampas y documentos relacionados con la pintura. En 1868, durante el mandato de Antonio Gisbert en la dirección del Museo y al iniciarse el Sexenio Revolucionario, tuvo lugar la nacionalización de las colecciones reales, que pasaron a depender del Estado, para convertir el Prado en Museo Nacional de Pintura y Escultura. En 1886 el gabinete liberal de Práxedes Mateo Sagasta encargó la obra en torno a la que se articula la exposición, que se convirtió en un elemento simbólico de la construcción de la nación española desde la perspectiva de la defensa de la libertad. La primera obra importante de Gisbert había sido Los comuneros Padilla, Bravo y Maldonado en el patíbulo, de 1860, también en la exposición, muy celebrada por los liberales y que le valió una primera medalla. Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga (1888) Representa el momento anterior a la muerte de José María Torrijos y sus compañeros el 11 de diciembre de 1831, ordenada por Fernando VII tras haber sido capturados con engaño.