• “La mayoría de directores son conocidos por una película, tal vez dos, Akira Kurosawa tiene ocho o nueve.” Francis Ford Coppola Considerado el emperador del cine japonés o el Shakespeare del cine contemporáneo, como lo calificó Steven Spielberg al conocer su fallecimiento, Akira Kurosawa es hasta la fecha el más célebre director de cine de su país y uno de los más grandes e influyentes de la cinematografía mundial. Autor y director de obras tan conocidas como Los siete samuráis (en la que se basó el famoso western Los siete magníficos), en 1990 la academia de Hollywood reconoció su trayectoria con un Óscar honorífico. Anteriormente ya lo había premiado por Rashomon y Dersu Uzala, galardones que se unieron a muchos otros como el León de Oro en el Festival de cine de Venecia o el Oso de Plata en Berlín. Leer la Autobiografía de Kurosawa es asistir a una lección magistral de narrativa fílmica, conocer sus orígenes, sus maestros, las fuentes de las que bebió… pero es además revisitar con él su infancia y juventud en el Japón Imperial de los años veinte, su primer contacto con la muerte, la guerra y la derrota, la amistad y el despertar de su vocación artística. Recuerdos, sueños y nostalgias que inspiraron también el maravilloso mundo onírico de uno de sus últimos films Los sueños de Kurosawa, ocho relatos dramático-fantásticos, ocho sueños reales del propio director que se nos descubre en este libro como un soñador perfeccionista, un niño acobardado que quiso ser pintor y acabó convertido en un gigante del cine mundial.