• Por casualidad, fue encontrada una carpeta con doscientos folios mecanografiados y que están firmados por el escritor Teseo Yedra. Tres décadas después de haber sido enviada por el autor a su agente, y sin que hubiera constancia de su recepción, los especialistas en la obra de Teseo Yedra consideran que se trata con toda certeza de la entonces muy esperada nueva novela del escritor, que acababa de ser galardonado con un gran premio literario. Ahora, la aparición del texto certifica que el escritor envió la novela la víspera de su treinta y tres cumpleaños. Curiosamente la novela tiene ese día como eje temporal sobre el que bascula todo el texto, y el propio autor no debía tener muy claro cómo llamarla, pues en el exterior de la carpeta, en mayúsculas, se adivina como título Las Bienaventuranzas, que aparece tachado y de lectura muy difícil, porque encima, y con letras muy grandes trazadas a mano con rotulador, escribió Los inmortales. Hay un tercer título, El reloj de Clío, en el folio inicial que hace de portadilla, de manera que seguramente dejaba el título al arbitrio del agente o del editor. Es más plausible que el autor se inclinase más por el tercero, porque añadió una fotocopia de un grabado que representa a la Musa de la Historia en la portadilla del texto. Con la edición de esta novela tiene el lector curioso la oportunidad de saber si Teseo Yedra era por fin el novelista con gran futuro que se había anunciado. «Seguramente por eso alguien ha dicho que los novelistas escriben siempre la misma novela, la novela de sus primeros años de vida». «A lo mejor el hombre que vive y el que escribe no son la misma persona, por mucho que diga que se vierte en sus obras. Acaso todos mintamos al escribir nuestra autobiografía». «Quién sabe si Teseo Yedra es yo mismo, o si yo soy él y todos los hombres».