• En el primer tercio del siglo XX empezó a correr un tiempo nuevo para el conocimiento y el reconocimiento del flamenco. De las fiestas de los señoritos andaluces, las ventas, los cafés cantantes y los prostíbulos, el cante jondo dio el salto a la historia de la literatura en español. De ser una manifestación marginal que no contaba con la mejor consideración de literatos, intelectuales y artistas, y en la que muchos de sus intérpretes y creadores eran gitanos, pasó a ser una de las más influyentes y genuinas formas de expresión musical. A ello contribuyeron músicos como Falla y escritores como Lorca, Alberti, Villalón, Neville, Hernández, etc.; pero también artistas como Torre, Chacón, la Niña de los Peines, Caracol, la Argentinita o Sánchez Mejías. Federico es sin duda indispensable para entender ese tránsito, aunque al hacerlo se nos planteen las dudas de cómo pudo escribir el Poema del cante Jondo o el Romancero Gitano sin demasiados conocimientos de flamenco. En este ensayo se aclaran las claves de algunos de sus romances, como los dedicados a la Guardia Civil o a sus amantes. Pero lo cierto es que todos estos personajes marcaron un antes y un después para el flamenco. Manuel Bernal Romero es profesor, periodista y escritor. Ha publicados los ensayos La invención de la generación del 27, El nacimiento de la generación del 27, La falsa influencia de Góngora en la generación del 27, El caballero de Argónida, Superstición, magia y esoterismo en la narrativa de Caballero Bonald, Palabras contra la amargura: Las cartas de la generación del 27 para José Manuel Caballero Bonald, Mayo del 68: La literatura de la utopía, de los traicionados y de los vencidos, Las novias de Bécquer, El compromiso de Juan Ramón Jiménez y Leer en el siglo XXI, entre otros. En su narrativa destacan Mártires de la tiza, Felicidad, nombre de mujer, ¿Crisis...? Es Navidad. 10 cuentos irreverentes, El misterioso caso del doctor Comeorejas, La España Inmaculada, mis articuentos en Ca