• Libro CD. Editorial Casariego. 160 páginas. Tamaño (16x23cm). Este libro-disco transforma el clásico de la literatura española en un “códice del siglo XXI” cantado por Amancio Prada, ilustrado por el poeta y artista gráfico Juan Carlos Mestre y caligrafíado por Pablo González. Amancio Prada interpreta las cuarenta de Jorge Manrique con su voz y guitarra acompañado por la guitarra flamenca de Josete Ordóñez, el piano y sarod de Eduardo Laguillo, un trío de violonchelos: Mariana Cores, Hilary Fielding y Marina Sorin, Carlos Ibáñez, contrabajo, tambores y cuerdas Coetus, y un coro de voces mixtas: María José Cordero, Yolanda Portillo, Pedro Sanz y la colaboración especial de La Shica. / Este libro-disco transforma el clásico de la literatura española en un “códice del siglo XXI” cantado por Amancio Prada, ilustrado por el poeta y artista gráfico Juan Carlos Mestre y caligrafiado por Pablo González. Amancio Prada interpreta las cuarenta de Jorge Manrique con su voz y guitarra acompañado por la guitarra flamenca de Josete Ordóñez, el piano de Eduardo Laguillo, un dúo de violonchelos y un coro flamenco de voces mixtas, con la colaboración especial de La Shica. Amancio Prada: “He pretendido las músicas acordadas, la armonía de la gravedad elegíaca y reflexiva de las Coplas con la exaltación de las verduras de las eras, los galanes y las damas, las justas y los torneos, los vestidos, los olores, paramentos, bordaduras y cimeras… de la vida siempre viva. Un canto de añoranza sin límites, un modo de conservar vivo aquello que ha muerto, pues tan verdad como que sólo lo que vive muere es que tan sólo lo que muere vive”. Las Coplas a la muerte de su padre, también citadas como Coplas a la muerte del maestre don Rodrigo o simplemente Las coplas de Jorge Manrique, son una elegía escrita por Jorge Manrique en la muerte de su padre, el Maestre de Santiago don Rodrigo Manrique. Escritas al menos en parte con posterioridad al 11 de noviembre de 1476, fecha de la muerte de don Rodrigo Manrique, constituye una de las obras capitales de la literatura española y sin duda el mejor poema lírico de la poesía medieval castellana. Esta obra se compone de 40 coplas escritas en octosílabos con versos de pie quebrado, que pertenecen al género poético de la elegía funeral medieval o “planto” y es una reflexión sobre la vida, la fama, la fortuna y la muerte, con resignación cristiana. Se inspira en los precedentes clásicos y medievales del género y en el Eclesiastés, pero también contiene alusiones a la historia reciente de Castilla e incluso a sucesos en los que pudo estar presente el propio autor. El poeta Juan Carlos Mestre, autor de las acuarelas y grabados que ilustran el libro, declara: “He seguido de cerca la gestación del trabajo de Amancio Prada con Jorge Manrique, su capacidad profundizadora por desvelar la raíz celebratoria, que va más allá del discurso elegiaco. Hay en las Coplas manriqueñas la mirada que escucha la otra voz, que subyace como un tesoro pendiente de ser hallado bajo la retórica de época. Lo que ha hecho Amancio ha sido leer la fuerza incansable de su lozanía, la grandeza de cuanto hoy puede seguir conmoviendo de aquellos versos puramente nuevos, el efecto de su radical modernidad en la conciencia contemporánea. Creo que la zona de contacto, por así decirlo, reside en la sustancia armónica, en el aire libre con que Prada ha sabido oír emocionalmente la naturaleza física de lo perecedero como una música emancipada de la muerte, una voz sin miedo al tiempo que hace de las palabras del pasado la poesía del futuro. Yo he intentado seguir ese rastro, la vibración espiritual de ese gesto; algo consolador como su música, algo de reafirmación de arte de la vida sobre la incógnita naturaleza de los sentidos de la muerte.”