• Irving Thalberg, jefe de estudio de Universal, no deseaba dejar el control de El Carrusel de la Vida en manos de Erich Von Stroheim quien, por contrato debía rodar dos películas al año para Universal. Thalberg le prohibió aparecer como actor e incluyó una serie de cláusulas restringiendo gastos ?superfluos? y extravagancias varias, además de nombrar a ?supervisor de producción? que le mantenía informado de todos los pormenores. El guión de Von Stroheim volvía a presentar personajes deformes o corruptos, ávidos de poder, dominados por sus pasiones e instintos más primarios, en un escenario tan evocador como era la Viena de principios de siglo en la que Von Stroheim había crecido. Se recreó el famoso Prater y su emblemático carrusel, crucial elemento simbólico del film. Seis semanas después de iniciado el rodaje Von Stroheim fue despedido y sustituido por Rupert Julian, quien mantuvo el guión original a pesar de afirmar todo lo contrario. También se conservó el metraje rodado por Von Stroheim a pesar de que su nombre desapareció de los créditos.