El Grifilm

Diccionario de los símbolos

39,50 €

Autor: Mircea Eliade

Editorial Fragmenta Editorial, SL



Mircea Eliade (Bucarest 1907 – Chicago 1986) está considerado uno de los grandes historiadores de las religiones del siglo xx. Después de estudiar filosofía en la universidad de Bucarest y completar su formación en Italia, en 1928 viaja a India, donde durante tres años estudiará sánscrito y filosofía índica. A su regreso enseña filosofía e historia de las religiones en Bucarest. En 1940 abandona Rumanía definitivamente: después de pasar por Londres y Lisboa, se instala —en 1945— en París. En 1950 conoce a Jung y se integra en el Círculo de Eranos. En 1956 es nombrado profesor de historia de las religiones en la Universidad de Chicago, donde se instala definitivamente. Se han distinguido cuatro tipos de escritos en la producción de Eliade: la obra literaria, los escritos autobiográficos, los trabajos académicos monográficos y los textos que exponen la metafísica del autor (considerada por sí mismo su principal contribución a la historia de las religiones). El sagrat i el profà y El mite de l'etern retorn (ambos traducidos al catalán en Fragmenta) pertenecen a esta última tipología. En 2022 Fragmenta ha publicado el Diccionario de los símbolos, del que Eliade fue curador, con Ioan Petru Couliano.

Desde la prehistoria, el ser humano ha sido un creador de símbolos, que constituyen un puente hacia sus orígenes, el cosmos y el destino. Las entradas de este Diccionario de los símbolos, seleccionadas del vasto repertorio en dieciséis volúmenes de The encyclopedia of religion, dirigida por Mircea Eliade en colaboración con Ioan Petru Couliano y redactada por destacados expertos internacionales, subrayan la emergencia y la persistencia de esta creatividad. Durante siglos, los símbolos se han vivido como portadores de un sentido capaz de romper los horizontes de los límites humanos para proyectarse más allá. Así, resulta que incluso los objetos más habituales —una llave, un tejido, un espejo, una joya— o los gestos más banales —comer, dormir, ofrecer un regalo, jugar— no son aspectos evidentes de nuestra vida: de hecho, en la historia de la humanidad se han cargado de una densidad que quizás hemos olvidado, pero que atestigua hasta qué punto la búsqueda de sentido está impresa en las profundidades del deseo humano.