El poeta asesinado
5,00 €Autor: Guillaume Apollinaire
Editorial Barataria
Como Orfeo, todos los poetas estaban en peligro de tener una mala muerte. En todas partes los editores habían sido saqueados y las antologías de versos quemadas. En todas las ciudades se producían masacres. Por el momento la admiración universal iba dirigida a ese Horace Tograth, que desde Adelaida (Australia) había desencadenado la tempestad y parecía haber destruido para siempre la poesía.
En aquel instante Croniamantal se adelantó hasta Tograth y apóstrofó a la masa:
?¡Canallas, asesinos!
Estallaron carcajadas. Alguien gritó:
?¡Al agua con ese gilipollas!
?Canalla, ríete de mí, que tus alegrías están contadas porque una a una te las irán quitando. ¿Y sabes, populacho, quién es tu héroe?
Tograth sonreía y la masa callaba atenta. El poeta prosiguió:
?Tu héroe, populacho, es el Tedio que trae la Desdicha.
Guillaume Apollinaire (Roma, 1880 - París, 1918) pasó su infancia entre Roma, Mónaco (donde estudió) y París. Desde 1902 trabajó como crítico y defendió las nuevas tendencias, como el cubismo de sus amigos Picasso y Braque y el fauvismo de Henri Matisse. En 1909 publicó El encantador en putrefacción, basado en la leyenda de Merlín. Sus poemarios Bestiario o el cortejo de Orfeo (1911) y Alcoholes (1913) reflejan la influencia del simbolismo. Ese mismo año apareció el ensayo crítico Los pintores cubistas. Al estallar la guerra de 1914, se alistó y fue herido de gravedad en la cabeza en 1916.
«En El poeta asesinado, que es su más hermosa novela, la juerga novelera llega al delirio, y disfrutamos como viendo desde un puente el arrebato y el disloque de las aguas que se destrenzan en cascadas. Murió después de haber dado permiso para lo imposible, después de haber aconsejado y escrito sobre la posibilidad de lo arbitrario que quedó desencadenado en el mundo, e influyó en todos los destinos del arte contemporáneo.»
Ramón Gómez de la Serna.
Guillaume Apollinaire (Roma, 1880 - París, 1918) pasó su infancia entre Roma, Mónaco (donde estudió) y París. Desde 1902 trabajó como crítico y defendió las nuevas tendencias, como el cubismo de sus amigos Picasso y Braque y el fauvismo de Henri Matisse. En 1909 publicó El encantador en putrefacción, basado en la leyenda de Merlín. Sus poemarios Bestiario o el cortejo de Orfeo (1911) y Alcoholes (1913) reflejan la influencia del simbolismo. Ese mismo año apareció el ensayo crítico Los pintores cubistas. Al estallar la guerra de 1914, se alistó y fue herido de gravedad en la cabeza en 1916.